jueves, 4 de junio de 2015

El miedo y la innovación

[He publicado esta entrada en el Blog de Inteligencia Emocional de Eitb el 03.06.2015]

El pasado 26 de mayo asistí a una jornada organizada por APD que llevaba por título “¿Quién mato la innovación? Pistas clave para descubrirlo”. Me gustó mucho la primera parte de la misma en la que Nerea Sesumaga y Gonzalo Alonso-Alegre Díez, de Coneklab, nos dieron las claves sobre quiénes son los asesinos de la innovación; es decir, “los culpables de que en las empresas no se innove o no se haga de la manera adecuada”. Voy a resaltar las ideas que me llevé de la charla y al final haré una pequeña aportación personal.
Cuando uno mira a las empresas u organizaciones innovadoras y se pregunta qué es lo que tienen en común la respuesta no es ni la situación económica, ni el tamaño, ni el sector… La respuesta es que tienen personas innovadoras, personas que tienen ideas, personas que arriesgan… ¿Y eso cómo se consigue? Partiendo de lo básico, asumiendo que a la única persona que podemos cambiar es a la que nos mira en el espejo.  Es bueno plantearse ¿qué he hecho diferente hoy, esta semana? ¿qué sitios o personas nuevas he conocido? ¿qué he probado a hacer de distinta manera?… La buena noticia es que el cambio está en nuestras manos. Además, el coste de no hacerlo no es asumible… El mundo cambia muy deprisa y nosotras y nosotros debemos hacerlo con él.
“Entre todos la mataron y ella sola se murió”… Hagamos un repaso de cuáles son los asesinos de la innovación, que la van matando poco a poco con actitudes como las siguientes:
Los JEFES:
  • “Mi puerta siempre está abierta”… pero no hay quién se atreva a cruzarla.
  • Cuando no practican lo que dicen, o incluso hacen lo contrario de lo que dicen. [Como cuando decimos a nuestros hijos que no hay que mentir, suena el teléfono y nos dicen: “Es amama”; a lo que respondemos: “Ahhh… dile que no estoy”].
  • Cuando “invitan” a estar de acuerdo… “No sé qué más hacer para convencerte”; todo requiere autorización; hay obsesión por el control; se critica en público; la información no fluye (muchas veces tienen personas que actúan de filtro; o se rodean de personas “quedabien”).
Algunas cosas que podrían hacer para fomentar la innovación: solucionar problemas; tener una auténtica política de puertas abiertas que se pueden cruzar; permitir el error y que se hagan las cosas de diferente manera; potenciar la colaboración.
Los COMPAÑEROS:
  • Con el miedo al cambio y las resistencias: ¿Va a suponer más trabajo? ¿Van a ser necesarios conocimientos que no tengo? ¿Perderé el estatus?…
  • Suele haber muchos “envenenadores de pozos”, que siempre sacan pegas y matan las ilusiones de otros…
  • El pensamiento grupal es muy homogeneizador; pensar distinto puede hacer que uno sea excluido del grupo o que tenga problemas.
  • Cuando no se participa o se participa con “agenda propia”; cuando no se comparte (información, recursos, etc.)
Algunas cosas que podrían hacer para fomentar la innovación: meter la innovación en la agenda (haciendo algo nuevo todos los días/semanas); fomentar y animar a quienes son innovadores.
Los DIRECTORES DE RECURSOS HUMANOS:
  • Cuando contratan principalmente gente de su estilo (del mismo colegio, universidad, club, etc.).
  • Establecen normas y horarios estrictos.
  • Ofrecen cursos con los de siempre y sobre los mismos temas.
  • No habilitan ni lugares ni espacios para que la gente se relacione.
  • Cuando no participan en el negocio, sólo en su área, siendo los que más conocen la empresa porque conocen a las personas.
Algunas cosas que podrían hacer para fomentar la innovación: contratar personas diferentes con nuevos punto de vista (sabiendo que va a suponer una cierta dificultad); potenciar el trabajo en equipo; ofrecer cursos diferentes a los habituales; dar autonomía (señalar retos y objetivos y dejar que las personas se organicen).
:
  • Dejas pasar oportunidades (por miedo, vergüenza, etc.).
  • Te falta de tiempo, siempre estás muy ocupado para cambiar algo.
  • Haces lo mismo de siempre (mismo lugares, rutinas, personas, etc.). No pruebas nada nuevo.
  • No ayudas (escuchando, atendiendo) a los jóvenes.
  • Las propias creencias y limitaciones, lo que uno opina de sí mismo… que unido al miedo al fracaso y a la crítica pública…
Algunas cosas que podrías hacer para fomentar la innovación: hacer cosas diferentes; introducir pequeños cambios; ponerte retos; empezar YA.
El SISTEMA EDUCATIVO (Universidades, colegios, escuelas, etc… que algunos consideran “arma de destrucción masiva”):
  • Hay una pregunta que nos debemos hacer… ¿Qué tipo de seres humanos queremos que sean nuestros hijos e hijas? La educación no es sólo, ni principalmente diría yo, cuestión de conocimientos.
  • Se da primacía a lo técnico descuidando aspectos fundamentales en la educación como son el trabajo en equipo, la colaboración, la inteligencia emocional, etc.
  • Tiende a igualar en lugar de potenciar a quienes son diferentes.
Algunas cosas que podría hacer para fomentar la innovación: organizar las aulas y las clases de diferente manera; inspirar; ilusionar; compartir (que no es lo mismo que impartir).
La SOCIEDAD y la CULTURA:
  • El mundo está ‘hiperconectado’ y no siempre somos conscientes de lo que eso implica…
  • Hay una actitud bastante generalizada de… “¿Crisis? ¿Qué crisis?”… “Esto pasará”.
  • “Cultura del listo”, que produce otra actitud… “No voy a aportar ideas porque igual me las roban…”.
  • “El ganador se lleva todo”… Y al oponente (ya sea en política, en la empresa, el deporte…) se le ningunea, se le ignora. ¿Acaso no tiene también buenas ideas o aptitudes?
  • “No queremos problemas”… A ver quién discrepa o encuentra problemas en un entorno así…
  • “Siempre se ha hecho así”; “Aquí no va a encajar”; “Ya sabemos lo que hay que hacer”; “Es mejor que sigamos haciendo como hasta ahora”; “No te fíes…”.
  • Tenemos unas relaciones laborales del siglo pasado… Hoy en día el empleo y sus condiciones no están aseguradas.
Algunas cosas que podría hacer para fomentar la innovación: trabajar la colaboración y la aportación.
Las EMPRESAS:
  • Cuando se vive de éxitos del pasado.
  • Cuando crean un departamento de innovación y se olvidan de trabajar ésta de forma transversal.
  • El exceso de burocracia paraliza cualquier intento de cambio.
  • Cuando se planea mucho y se ejecuta poco… “Parálisis por análisis”.
Me pareció muy sugerente la aportación que hizo Ángel Jareño Goikoetxea, Subdirector General del Grupo Uvesco (“una de las empresas líder en la distribución alimenticia de la zona norte de la península”), de cómo se plantean ellos la innovación. La entienden como la suma de creatividad más implantación y asumen claramente que pivota sobre las personas. Por eso desarrollan cuatro puntos: 1) autoconfianza, las personas tienen que sentirse capaces; 2) conocimientos técnicos, parte del empoderamiento pasa por la capacitación; 3) querer cambiar, las personas tienen que querer cambiar; 4) expectativas de que el cambio es bueno para mí; los cambios cuestan, por lo que hay que estar convencidos de que merece la pena.
En la Jornada también participaron Oscar Terol y Asier Hormaza que escenificaron situaciones comunes y nos hicieron reír con algunos tópicos. En el diálogo Oscar Terol señaló que para él“innovar es no rendirse”, es una cuestión de actitud, y para ilustrarlo contó los avatares que habían sufrido hasta el estreno de “Allí abajo”. Cuando tenían comprometida una serie con Antena 3, con el visto bueno económico, tuvieron que cambiar la idea inicial por una serie que se había estrenado en Tele 5. Se reunieron y decidieron no darse por vencidos…
De todo lo que escuché saqué una conclusión… El mayor asesino de la innovación es el MIEDO, que está presente en las personas, los grupos, la sociedad, las organizaciones… y como dice mi amigo Rogelio, “es una de las emociones que, fuera de su función puramente adaptativa para nuestra supervivencia, más nociva resulta en nuestra sociedad actual”. El miedo produce parálisis, estancamiento, letargo, statu quo, etc. Por tanto, lo primero que debemos hacer para desarrollar la creatividad y aplicarla es detectar el miedo, saber cómo funciona y enfrentarlo…Y generar o promover entornos libres de él.
¡Decídete, hazlo! ¡Atrévete a cambiar!